viernes, 3 de abril de 2020

LA ALQUIMIA DORADA


LA
ALQUIMIA   DORADA

Existe una Membrana Astral impregnada de Conciencia que vibra en diferentes dimensiones y por la cual pulsan esencialmente todas las fuerzas que configuran el Ser (espíritu y alma - Po y Hum), y, de manera potencial, también es la causa primaria de todos los elementos que estructuran las formas en las que se fija temporalmente el Ser.  Esta Membrana Astral es un Campo Psíquico que cubre el Universo entero, más aún, el Cosmos en sí es básicamente este Campo Psíquico o Membrana Astral.

Para señalar esta realidad sumamente sutil los taoístas hablan del Ch´i cósmico, diferenciándolo claramente del Ch´i orgánico o del Ch´i de la tierra, entre otras expresiones más.
Todas las manifestaciones del universo están colmadas de Ch´i en diferentes escalas que expresan distintos patrones energéticos, porque nada existe que no contenga Ch´i o que no esté sostenido por él.  Y estas variadas formas de Ch´i interactúan entre sí constantemente, intercambiando su vibración, asimilándose unas a otras, repeliéndose, transformándose y recreándose eternamente.

En otras palabras, existencialmente hablando, digamos que hay un ch´i cósmico o campo psíquico cósmico al que podríamos llamar Membrana Esencial del Macro-Campo Psíquico, en el cual existen a su vez una infinitud de Micro-Campos Psíquicos individuados de infinitas variedades.

Es decir, este macrocampo psíquico constituye la matriz de este universo, pero, por otro lado, existen infinitos macrocampos psíquicos (o universos) que se suceden progresivamente, cíclicamente, que se alternan y se superponen, que existen paralelos, que orbitan entre sí, que se engendran recíprocamente, que surgen a partir de la muerte y de la vida de otros macrocampos, que son a la vez infinitamente diferentes y exactamente iguales, siendo estos de todas las clases imaginables y de las que nunca se podrían suponer, también.  Y como ya dijimos, en cada uno de ellos existen, intrínsecamente, infinitos microcampos psíquicos, y a la vez, cada uno de estos están compuestos por otra infinitud de microcampos psíquicos más, y así interminablemente hacia lo interno e interminablemente hacia lo externo, aunque en cada uno de ellos existe la posibilidad de auto-trascenderse para saltar a la Unidad esencial común a todos y para fusionarse con la Esencia de la Existencia que los compone a todos de manera idéntica.
Por supuesto que cuando se menciona a la “Existencia” dentro del pensamiento taoísta se está refiriendo concretamente a toda esta vastedad de macrocampos psíquicos (sobre los cuales se organiza cada universo) y a toda esa inconmensurable cantidad de microcampos psíquicos (que configuran y conforman cada entidad manifiesta dentro de cada universo);  de igual modo, cuando se menciona a la “Conciencia” se refiere a todas las variantes y posibilidades de Conexión con la Unidad Esencial de la Existencia.

Desde ya que hablar de estas diferentes alternativas de conexión es mucho más difícil que hablar de los infinitos macro y micro-campos psíquicos de la existencia, ya que el ser humano sólo conoce una sola forma de conexión:  la que se establece por medio de los sentidos, de la mente, del sentimiento, de los centros energéticos corporales, del espíritu, del alma y por medio de la conciencia superior, siendo todas éstas una sola forma en particular de conexión relativa al ser humano;  sin embargo, existen incontables formas de conexión ya que las capacidades de sintonizar son infinitas;  tantas son como manifestaciones visibles e invisibles existen en cada uno de los macrocampos psíquicos.  Digamos que cada microcampo psíquico es en sí una forma distinta de conexión.

De todos modos, a igual que en cada microcampo psíquico existe la posibilidad de auto-trascender sus propias diferencias para educir la misma Verdadera Naturaleza Esencial que se encuentra fusionada con la Unidad y con la Existencia en sí, de la misma manera, toda forma de conexión cuando sintoniza lo sublime resulta ser la misma y única Conciencia que lo capta.

En el ser humano existe un microcampo doble que se encuentra tanto afuera como adentro de él, que a su vez contiene a otros tres campos individuados (Tantien-san) con sus ocho centros energéticos principales.  Y este microcampo psíquico doble más los tres individuados que hacen a la entidad individual de un ser humano, interactúan con la infinitud de microcampos psíquicos con los que comparte la Membrana Astral o Macro-Campo Psíquico que hace de medio conductor.

Todo esto es comentado para comprender la interacción psíquica entre el Ser y la Existencia, entre los seres, entre las entidades y los seres, entre los seres y las fuerzas (bagua), entre las fuerzas y las leyes de la naturaleza, entre los elementos (wuxing), entre el Ser y su esencia y la Esencia del Cosmos.
Con la práctica de la Alquimia Dorada el alquimista puede afinar sus receptores para captar más nítidamente la interacción entre su campo psíquico o membrana astral y el campo psíquico de todos los seres y el de toda entidad existente sea esta orgánica o inerte, porque todo es atravesado por una misma corriente psíquica, y justamente, el captar esta corriente substancial hace posible mejorar la conjugación de esta interacción para beneficio de los seres interrelacionados.

Esta interacción también se produce de muchas maneras diferentes cuando el alquimista despierta el potencial latente de sus canales y centros psíquicos mediante la práctica transformadora de la Alquimia Dorada.  Por ejemplo, la interacción puede registrarse en un orden mental o energético, y puede darse tanto en el plano donde operan las leyes físicas como psíquicas, también puede ocurrir tanto en el nivel de la vida diaria a través de cualquier suceso cotidiano o en el estadio donde ocurren los acontecimientos metafísicos y las experiencias extraordinarias.

Y en tanto se logren reparar los filamentos dañados y las fisuras de la membrana astral individual, mucho más afinada será la captación de la absorción o emisión de esta interacción subliminal entre los microcampos psíquicos.

Por lo tanto, el alquimista que ha avanzado por la Alquimia Dorada taoísta basada en la Reparación, Reconstitución y Rejuvenecimiento, medular, neuronal, bioenergético y psíquico, a conciencia, es sumamente permeable a las influencias celestiales de las potencias naturales y espíritus luminosos que vibran a lo ancho y largo de la naturaleza, en estrecha relación con los seres sensitivos y con las almas sensibles que hayan completado íntegramente la etapa alquímica de depuración bioenergética y su decantación, y, sobre todo, que hayan profundizado lo suficiente la etapa alquímica de sublimación y transmutación de la materia burda en finas corrientes de psiquismo refinado mediante la Alquimia Dorada.

Teorigrafía Nº 11 del 2º Nivel de Neidan Taochi

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