ENCUESTA 3

Encuesta Nº 3



¿QUÉ ES MEJOR
LO POSITIVO O LO NEGATIVO?


  Lo Positivo es mejor
  Lo Negativo es mejor
  Los dos son necesarios
  Los dos son relativos
  Se puede vivir muy bien sin ellos


Este es un profundo tema de Tao, basado en el Yin Yang, lo negativo y positivo, y se relaciona con los opuestos complementarios de la existencia que a su vez constituyen la dualidad universal.  Porque dentro de esta omniabarcante existencia, todo es dual, y nada se escapa en este universo de dicha dualidad.
Casi todo en la vida viene de a par.
Luz y oscuridad, nacimiento y muerte, materia y antimateria.  Y en el taoísmo se habla incluso hasta del todo y de la nada, de lo lleno y de lo vacío, de la multiplicidad y de la unidad, pero para entender esto entonces habrá que bucear un poco más profundo, pues a su médula intrínseca sólo llega el vuelo de la filosofía oriental.  Y todavía es mucho más trascendente aun, cuando los taoístas aseguran que lo positivo tiene algo de negativo, y lo negativo tiene algo de positivo, semejante al símbolo del Taichi con sus dos semicírculos blanco y negro a los que se le incluye un pequeño círculo del color contrario.
Este es el dilema de Occidente: Bueno o Malo, Positivo o Negativo, Yin o Yang, mientras que los taoístas hablan de Bueno y Malo, de Positivo y Negativo y de Yin y Yang.
Y justamente partiremos desde este último concepto para desarrollar una relativa respuesta a la pregunta de esta encuesta, a fin de no alejarnos del quid en cuestión.

En occidente se ha creído durante varias generaciones que lo bueno es mejor que lo malo, pero esta fórmula está siendo cuestionada y reformulada en los últimos tiempos.  Porque esta disección que divide y fragmenta lo bueno de lo malo no es una aritmética tan precisa como dos más dos es cuatro.  Pues en esto entran otras variantes y si no son tenidas en cuenta en el marco de una visión global e integradora, esta cultura occidental (ahora mundial) fracasará.
Lo bueno no siempre es lo mejor y viceversa, como lo malo no es lo peor y viceversa.  Porque a veces lo bueno puede ser malo y lo malo puede ser bueno.

Por ejemplo, tanto se ha hablado en este último siglo del cáncer de piel a causa de las radiaciones solares que se filtran por la capa de ozono deteriorada, que una señora se pasó casi treinta y cinco años sin exponerse siquiera una sola vez a los rayos del sol.  Ella misma cuenta el miedo y el pánico que le tenía al sol...  Todo había comenzado luego de oír a distintos locutores de radio y conductores de programas televisivos hablar sobre este tema y decir lo malo que es el sol.  Al principio, recuerda ella, tomo una cierta distancia, pero con los años esa distancia se convirtió en pavor, y a tal punto la obsesión la invadió que en pleno verano de casi treinta y seis grados ella llegó a vestirse como si estuviera en pleno invierno, para evitar de este modo que el resplandor (ya que siempre estaba en la sombra) hiciera contacto con su piel.
Hoy en día esta señora es forzada por ella misma y su médico a un reaprendizaje de esta conducta ya que sufre de intensos dolores de huesos por falta de vitamina D que justamente se procesa con la exposición solar.
Ella dice que había creído en esos profesionales que decían que el sol era malo para la salud, y hoy, escucha decir (incluso a esos mismos profesionales) que el sol es bueno.  Y ella se pregunta: ¿al final, es bueno o es malo?  Pero yo le dije que no se fuera de un extremo al otro, porque el sol es las dos cosa al mismo tiempo, es bueno y es malo según como cada quien se relacione con él.
Se sabe que el sol es positivo, pero si uno se expone bajo sus rayos desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde, seguro que será negativo.  Por lo tanto lo bueno y lo malo sólo existen en función del ser humano en cuanto a cómo se relaciona con las cosas, pero las cosas no son ni buenas ni malas en sí mismas, simplemente son.

Más tremendo aun fue lo que le sucedió a una familia muy unida. 
Entre hermanos, hijos, nietos sumaban en total alrededor de cuarenta personas.  Y sucedió así, esta familia tenía la costumbre de reunirse todos los domingos, y nadie faltaba a estos almuerzos a menos por enfermedad.  Iban de vacaciones todos juntos, y hasta compartían sociedades en varios comercios que tenían;  estamos hablando de una familia española bien parecida que eran muy queridos por los vecinos y allegados.
El problema se desató cuando uno de ellos ganó la lotería.  Se trató de un premio millonario.  Al principio todos festejaron y estaban de acuerdo con que eran muy afortunados, y coincidían en que eso que les había ocurrido era muy, muy bueno.  El dueño del billete había prometido a la familia que cuando lo cobrara le daría a todos una parte del premio.
Y así fue.  Pero con los meses se descubrió que lo que repartió no fue el mismo monto para todos por igual, sino que el tío Joaquín recibió un poco más ya que él no tenía sociedad ni parte en ninguna de las sociedades de la familia, el primo Amancio también recibió un poco más ya que se dedicaba a la música y no tenía dinero, y esta diferencia fue el principio de la discordia.  Teresa comenzó a decir que uno era más querido que otro, y Ramona decía que estaba bien que así fuera, y entre palabra va y palabra viene se generaron muchas discusiones y peleas.   
Ya no se reunían más los domingos, y no iban juntos de vacaciones.  De hecho las sociedades laborales se disolvieron y cada quien emprendió un nueva empresa por su cuenta.  Y a todo esto se sumó el descarrío de algunos de ellos ante el cambio abrupto de la situación económica a causa del premio de lotería que los había catapultado en un instante de la clase media a la clase rica, hasta el punto de llegar incluso a maldecir el día que habían acertado la lotería.

Así es, nunca se sabe cuando algo es realmente bueno o malo.

En el libro: La Antifilosofía Neotaoísta, comento algunos de los cuentos clásicos de China que hacen mención a este tema.
Por ejemplo en la segunda parte de este libro comento lo siguiente:

El Gran maestro taoísta Lieh Tse escribió, en su libro, una hermosa historia, que una y otra vez disfruto contar, pues me resulta una de las interpretaciones más claras y evidentes sobre el Wu Wei y sobre la Confianza en el Tao. 
Esta historia es muy parecida a la de Kuei Lan que he contado la vez pasada,  y dice así:
 “Un hombre ya anciano vivía con su hijo en un fuerte abandonado sobre la cima de una montaña.  Tenían un caballo espléndido que era admirado por todas las personas del pueblo, y un día se perdió.
Ese mismo día todos los vecinos se acercaron para expresar su profunda tristeza por semejante pérdida, pero el anciano le preguntaba a cada uno:
 - ¿Por qué piensas que esto es mala suerte?  Nunca hay algo que sea definitivamente positivo o definitivamente negativo.

Al poco tiempo, el caballo regresó acompañado de un numeroso grupo de caballos salvajes tan espléndidos como él, y todos entraron en el establo y se quedaron a vivir allí.  Nuevamente los vecinos se acercaron, esta vez muy contentos, para felicitarlos por todos los caballos que ahora tenían, pero el anciano a cada uno volvía a preguntarle lo mismo:
- ¿Por qué piensas que esto es buena suerte?  Nunca hay algo que sea definitivamente positivo o definitivamente negativo.
La gente ya comenzaba a sospechar que el viejo no estaba cuerdo.
Y pasó el tiempo, y con tantos caballos a su disposición el hijo comenzó a cabalgar cada día en uno distinto, hasta que se cayó de uno de ellos y se fracturó varias costillas.  Inmediatamente todos los vecinos angustiados se acercaron al anciano otra vez para expresar su dolor y tristeza por las lesiones del hijo, pero el anciano volvía a formularle a cada uno aquella misma pregunta:
 - ¿Por qué piensas que esto es mala suerte?  Nunca hay algo que sea definitivamente positivo o definitivamente negativo.

Unos meses después, el Emperador ordenó enrolar y alistar a todos los jóvenes para apoyar en la guerra desenfrenada que arrasaba al país, pero como el hijo del anciano se encontraba aún lisiado, fue exceptuado y no tuvo que ir a la batalla”.

Y existen muchísimas referencias más sobre este tema al que se han suscripto distintos pensadores orientales.

El Yin Yang se alternan permanentemente, y más aun, nunca están separados, siempre están juntos.
¿Qué es mejor y qué es peor? no es algo que pueda determinar totalmente el ser humano si no conecta con la existencia esencial que está más allá del bien y del mal.
No obstante, actuar y corresponder en la vida conforme a lo armonioso y equilibrado que dictamina una conciencia clara, más allá de los resultados favorables o desfavorables, es la virtud que expresa el sabio que ha madurado las leyes de Tao.

Este tema queda inconcluso, y mientras tanto seguirá abierta la posibilidad de sumar a este breve apunte su análisis e interpretación personal acerca del mismo.
                              AON

2 comentarios:

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