ENCUESTA 2

Encuesta Nº 2


¿ES POSIBLE PRACTICAR
EL AMOR UNIVERSAL?


   Si
  No


¿Se puede practicar el amor hacia todos por igual?
Bien, muchas son las religiones que han tratado de disuadir a la gente por todos los medios de que el ser humano debe amar a todos por igual, incluso han tratado de convencerlo mediante la tortura y la pena de muerte. 
Por ejemplo, bajo amenaza de algún castigo celestial o terrenal los colonizadores han propuesto a los habitantes de América aceptar y adoptar una religión cuyo supuesto dios ama a todos sin distinción???
Y esto no sólo ha sucedido en occidente sino que también ha ocurrido en medio oriente y desde mucho antes viene sucediendo en oriente;  pues existen numerosos registros que atestiguan la matanza entre pueblos religiosos para demostrar cuál postura ideológica se encuentra más cerca del amor y razón de dios.

Pero, ¿qué sucede con los seres humanos? ¿Somos o no capaces de expresar verdadero amor por el prójimo?

La respuesta sería que sí somos totalmente capaces de expresar amor por nuestros semejantes, y esto también puede constatarse en incontables oportunidades a lo largo de la historia humana, y no sólo me refiero al amor por el prójimo, sino también por los animales, por las plantas, por la naturaleza y por la existencia entera.  El punto sería entonces, ¿por qué algunos pueden sentir este amor hacia los demás mientras que otros no? 
Bueno, aquí entraríamos en el terreno de la encuesta anterior, en la cual se debate:  “La Naturaleza esencialmente mala o buena de los seres humanos”.

Por otro lado, también es cierto que existen personas que son incapaces de amarase a sí mismo, e incluso, a veces parecería que se odian a causa del daño que se infringen a sí mismos, por lo que es absurdo esperar que estas personas amen al prójimo y mucho menos a un animal o a una planta.

Mo Ti  vivió entre el -479 y el 371 a.J.C., y fue conocido también como Mo Tse (fundador de escuela moísta), considerado en China el sabio más destacado, casi a la par de Confucio.  Claro que Mo Ti pregonó que todos los estudios académicos confucianos no son útiles en cuanto no ayudan a que el ser humano sea bueno y practique el amor hacia sus semejantes;  y decía que la persona erudita experta en moral y en leyes no es capaz de poner en práctica el amor universal.  Y aseguraba que por más que se estudien y se memoricen todos los principios para una mejor convivencia social, no significa que el ser humano vaya a ser amoroso con la comunidad o con el prójimo.
Mo Tse aseguraba que la mejor manera de poner en práctica el amor universal es a través de la acción, no mediante el estudio.  Para ello alcanza con actuar sinceramente, ser leal al sentimiento, ser honesto con uno mismo y despersonalizarse de toda doble intención a fin de alcanzar la naturaleza esencial.

 “Quien es justo y expresa benevolencia hacia los demás está poniendo en práctica el amor universal.
 Porque el más alto honor de todo ser humano es cuidar de sus amigos tanto como se cuidaría a sí mismo, y cuidar de los padres e hijos de sus amigos de la misma manera que cuidaría a los propios”.
                                                                               Mo Tse


Según dice el ilustre Feng You Lan en su libro: Breve Historia de la Filosofía China, “Ser beneficioso para el país y el pueblo” es la norma por la que Mo Tse determina todos los valores para reconocer las cualidades de una persona.
A continuación dedicaremos unos breves pasajes extractados del libro de Feng You Lan, según dice:
Esta misma norma de beneficiar a la comunidad es la principal que utiliza Mo Tse para mostrar lo deseable del amor universal.  En el libro Mo Tse,  exactamente en el capítulo intitulado El Amor Universal, se lee lo siguiente:
“La tarea del hombre benévolo consiste en procurar beneficios para el mundo y eliminar sus calamidades.  Ahora bien, entre todas las actuales calamidades del mundo, ¿cuál es la mayor?  Yo digo que los ataques a los reinos pequeños por los grandes, las perturbaciones de las casas pequeñas por las grandes, la opresión del débil por el fuerte, el abuso de los pocos por los muchos, el engaño de los sencillos por los astutos, y el desdén a los humildes por los que han sido honrados:  éstos son los infortunios del mundo...  Si examinamos las causas de todas esas calamidades y cómo surgen, ¿habrán surgido del amor a los demás y del deseo de beneficiarlos?...
Por eso digo «Sustituid la discriminación por el amor universal», para poder ver a los otros reinos como al propio reino y ver a los demás como a uno mismo.”

No obstante, en el capítulo 17 Mo Tse escribe lo siguiente: “El que ama a los demás, también debe ser amado por los demás.  El que beneficia a los demás, también debe ser beneficiado por los demás.  El que odia a los demás, también debe ser odiado por los demás.  El que daña a los demás, también debe ser dañado por los demás”.
O sea que el amor universal de Mo Tse está supeditado a un intercambio de cualidades, el no dice “amar al que te odia o al que te daña”, por el contrario dice que: “se puede amar por igual a todos los que son capaces de amar y corresponder al amor, es decir, se puede amar a todo el mundo por igual en los términos de confraternidad”.  Esta es la base de su amor universal.

A todo esto, Wu Ma dijo a Mo Tse:
“No puedo practicar el amor universal.  Pues yo amo a los habitantes de Tsou (un estado cercano) más de lo que amo a los de Yüeh (un estado distante).  Pero amo a los habitantes de Lu (su propio estado) más que a los de Tsou.  Y amo más a la gente de mi distrito que a los habitantes de Lu.  Amo más a la gente de mi clan que a las de mi distrito.  Amo más a mis padres que a las personas de mi clan.  Y me amo más a mi mismo que a mis padres”.  (Mo Tse, capítulo 46).

Dice Mencio:  “El Hombre Superior, en su relación con las cosas, las quiere pero no tiene un sentimiento de benevolencia.  En relación con la gente, tiene benevolencia, pero no un sentimiento de profundo afecto familiar.  Debemos tener sentimientos de afecto familiar hacia los miembros de nuestra familia, pero de benevolencia hacia la gente en general;  benevolencia hacia la gente, y amor por las cosas”.  (Mencio VIIa 45).

En una discusión suscitada con el moísta Yi Chih, Mencio le preguntó si realmente creía que los hombres quieren a los hijos de sus vecinos del mismo modo que quieren a los hijos de sus hermanos;  naturalmente el amor al hijo de un hermano es mayor.  (Mencio IIIa, 5).

Sin embargo, Mencio también arguye que:  “Tratad a los ancianos de vuestra familia como se les debe tratar, y extended este trato a los ancianos de otras familias.  Tratad a los jóvenes de vuestra familia como se les debe tratar, y extended este trato a los jóvenes de otras familias”.  (Mencio Ia, 7).

¿Y qué hay qué amar?  Dice Lao Tse:  “Yo no actúo y la gente por sí misma se transforma.  Amo la quintaesencia y el pueblo por sí solo caminará rectamente.  No me preocupo por nada, y la gente por sí misma es próspera.  No tengo deseos, y el pueblo por sí mismo es sencillo”.  (Cap. 57).
Aquí concluye los pasajes extraídos del Libro de Feng You Lan.


Ahora vamos a darle un giro más a esta propuesta del Amor Universal.
El Pensador Dong Zhongshu (179-104 a.J.C.), dijo:
“La benevolencia y la moral solas, sin inteligencia, serían un amor universal sin distinción entre los buenos y los malos;  la inteligencia sola, sin benevolencia ni moral, sería una inteligencia no aplicada en la acción.  De ahí que la benevolencia y la moral sirvan para cultivar el amor a la humanidad, y la inteligencia, para distinguir los buenos de los malos.”

Sin embargo, más allá de este planteo sobre el amor y si se puede o no amar a todos por igual, lo cierto es, ya sea que se tenga o no esta capacidad, absolutamente todos deberían practicar por igual el Respeto mutuo, el respeto hacia uno mismo por supuesto y el respeto hacia toda existencia.
Para mí, el Respeto es amor, porque es una de las formas básicas y necesidades fundamentales del amor.  Si el ser humano es capaz de respetar, será porque sin duda alguna, estamos ante una humanidad evolucionada.
Si no se puede practicar el mismo amor hacia todos por igual, al menos se puede expresar respeto hacia todos los seres sin distinción, y esto ya es mucho más de lo que se espera del ser humano.

“Los amantes verdaderos son inmortales;
así, aunque el monte de las hadas esté lejos
los amantes verdaderos lo alcanzarán.
Va el amor más allá de la vida y de la muerte.
Y los amantes se encontrarán al fin.”
                                                            Li Yü

Acaso, ¿no es maravilloso el poder amar a alguien?
¿Por qué pretender que se ame a todos los seres humanos, si con amar a una sola persona ya se elevaría la calidad del género humano?
Si cada ser humano del planeta amara intensamente a un pequeño grupo de personas y expresara amor hacia unos pocos seres vivos (entre animales y plantas), el mundo se encontraría rebosante y pletórico de amor.  Entonces habría amor suficiente por todas partes y no habría nadie que viviera la falta de amor.
No hace falta esforzarse por lo inalcanzable de amar a la multitud, si con amar al individuo estaría asegurado el pináculo amoroso de la humanidad.  El problema reside en la conducta humana que confunde deseo con amor o una simple atracción con el amor, hasta el punto enfermizo de volverse posesivo y creer que se trata del más sincero amor.

Abrir el corazón y la mente es todo el propósito del camino de Tao.  Profundizar la sensibilidad para captar la Esencia natural es todo el sentido del taoísmo.  Y expandir la conciencia amorosa hacia toda la Existencia es la práctica más trascendente de todo taoísta.
Porque al fin y al cabo, no son precisamente las posesiones materiales lo que uno se lleva a otra vida, sino la intensidad de amor con la que se ha vivido.

                    AON

2 comentarios:

Wikipedia

Resultados de la búsqueda