ENCUESTA 1


Encuesta Nº 1

¿El Ser Humano
es Esencialmente Bueno o Malo?


  Es Bueno
  Es Malo
 Es las dos cosas
 No es ninguna de las dos cosas
  No se sabe lo que es


Esta anécdota trata del suceso ocurrido a una persona religiosa, que sin lugar a dudas, su conducta en la vida encarna lo que podría decirse un modelo de religiosidad.
En cierta ocasión, como tantas otras veces había ido a leer un libro al parque.  Solía pasarse horas leyendo a las sombras de los árboles.  Esa tarde, en un descanso de lectura, alzó su vista y vio a un niño pobre que miraba hipnotizado a otro niño saboreando un enorme helado.
Entonces decidió comprarle uno igual.  Luego de ir hasta el vendedor y comprar el helado se acercó al niño por detrás y lo llamó tocándole el hombro;  éste sobresaltado giró abruptamente y de un manotazo le tiró el helado contra la ropa, manchándole la camisa y el saco, entonces esta persona religiosa reaccionó gritando y empujando al niño, quien tropezó y cayó sentado sobre el suelo poniéndose a llorar.
Más allá de que inmediatamente lo asistió y que luego de disculparse y tranquilizarlo le volvió a comprar otro helado, la cuestión es que esta persona quedó muy mortificada, a tal punto que después de casi un año de haber sucedido esto, me consultó preguntándome por el motivo de su reacción inesperada, y me contó que hasta ese día él se había considerado una persona buena e inofensiva, incapaz de manifestar algún tipo de violencia hacia alguien, y que nunca se hubiese imaginado que podía llegar a actuar del modo en que procedió en dicha ocasión.
Y entonces le contesté que no debería sorprenderse, porque el ser humano en sí contiene potencialmente la naturaleza del cordero y del lobo a la vez.  Y le dije que su desconsuelo estriba en que equivocadamente había creído que sólo era bueno como un cordero, y que jamás había supuesto que naturalmente también tiene en su interior la naturaleza del lobo, aunque hasta ese momento nunca se había presentado la oportunidad de liberarlo.  Justamente en esa ocasión reaccionó de tal manera, que fue el lobo quien se había expresado, aunque anteriormente siempre haya sido el cordero el que determinara su vida.

El cordero es manso y tranquilo, y se muestra muy confiable, a tal punto, que incluso cercado de muerte no atacará;  en cambio el lobo puede llegar a ser peligroso, porque con sólo un poco de hambre atacará sin piedad.
Así es el ser humano.  Hay casos de vecinos muy amables, extremadamente simpáticos, que durante años se comportaron de manera cordial, y a veces sucede que ante cuestiones insignificantes (como por ejemplo, regar las plantas de la casa y mojar la vereda de al lado), es suficiente para desatar tremendas guerras que terminan en los tribunales de Justicia.  Y pensar que eran muy buenos vecinos, que eran ejemplos de solidaridad.
De hecho también ocurre al revés, casos de personas insensibles que ante determinada circunstancia tuvieron un gesto de noble humanidad.  O casos de enemigos acérrimos que terminaron siendo grandes amigos íntimos, o por el contrario, parejas que se amaban hasta el idilio de las grandes obras cinematográficas Hollywoodenses y al poco tiempo se odiaban como a nada podría odiarse jamás en la tierra.

Porque el bien y el mal conviven de manera permanente en el subconsciente del individuo y en el inconsciente colectivo, pudiéndose manifestar uno u otro en cualquier momento.  Únicamente una conciencia expandida puede verdaderamente aplicar el libre albedrío para no ser dominado por las reacciones maliciosas contrarias a esa naturaleza superior que se vincula con la esencia misma del bien supremo.

Ahora bien, según lo expresa el pedagogo y pensador chino Feng You Lan en su libro: “Breve Historia de la Filosofía China” editado en 1987 por el Fondo de Cultura Económica, dice:

Confucio habló mucho acerca del Jen (benevolencia), y estableció una marcada distinción entre Yi (justicia) y Li (ganancia).  Cada quien, sin pensar en su ventaja personal, debe hacer incondicionalmente lo que tiene que hacer, y ser lo que debe ser.  En otras palabras, debe «expresarse a sí mismo para influir en los demás», lo que en esencia, es la práctica del Jen.  Pero aunque Confucio sostuvo estas doctrinas, no explicó por qué un hombre debe actuar de este modo.  Mencio, sin embargo, trató de dar respuesta a esta pregunta, y al hacerlo desarrolló la teoría a la que debe su mayor fama:  «la de la bondad original de la naturaleza humana».



Si la naturaleza humana es buena o mala –o sea, precisamente cuál es la índole de la naturaleza humana– ha sido uno de los problemas más discutidos en la filosofía china.  Según Mencio, en su época había otras tres teorías, aparte de la suya, sobre este tema.  La primera decía que la naturaleza humana no es buena ni mala.  La segunda, que la naturaleza humana puede ser buena o mala (lo que parece significar que en la naturaleza del hombre hay elementos buenos y malos), y la tercera que la naturaleza de algunos hombres es esencialmente buena y la de otros es esencialmente mala (Mencio, VIa, 3-6).

La primera de estas teorías fue sostenida por Kao Tse, filósofo contemporáneo de Mencio.  Sabemos más acerca de ella que de las otras teorías por las largas discusiones entre su autor y Mencio, que se han conservado para nosotros en el Libro Mencio.
Cuando Mencio sostiene que la Naturaleza humana es buena no quiere decir que cada hombre que nace es como Confucio, es decir, un sabio.  Su teoría tiene cierta similitud con un aspecto de la segunda teoría mencionada antes, es decir, que en la naturaleza del hombre hay elementos buenos.  Reconoce desde luego, que también hay otros elementos, que no son ni buenos ni malos en sí mismos pero que, si no se controlan debidamente, pueden conducir al mal.  Sin embargo, según Mencio, estos son elementos que el hombre comparte con otros seres vivos.  Representan el aspecto “animal” de la vida del hombre, y por tanto, hablando estrictamente, no deben considerarse como parte de la naturaleza “humana”.

... Las cuatro virtudes: “el sentimiento de conmiseración, el sentimiento de vergüenza, el sentimiento de modestia y benevolencia, y el sentimiento de la justicia (de lo justo e injusto)” si no son obstaculizadas por condiciones externas, se desarrollan naturalmente desde dentro, así como un árbol crece por sí solo a partir de la semilla, o una flor desde el capullo.  Esto es la base de la controversia de Mencio con Kao Tse, según el cual la naturaleza human no es ni buena ni mala, y para quien la moral, por tanto, es algo artificialmente añadido desde afuera.
... Según Mencio: “Aquello por lo cual el hombre se diferencia de las aves y de las bestias es escaso.  La masa del pueblo lo arroja, mientras que el hombre superior lo conserva” (Mencio IVb, 19).

He aquí la diferencia fundamental entre el confucianismo y el moísmo.  Una de las tareas que Mencio se fijó consistió en “oponerse a Yang Chu y Mo Ti”.  Dice: “El principio de Yang Chu de «cada quien para sí mismo» equivale a no tomar en cuenta a nuestro soberano.  El principio de Mo Ti del «amor universal», equivale a no tomar en cuenta a nuestro padre.  No tener padre ni soberano es ser como las aves y las bestias... Estas perniciosas opiniones desencaminaron a la gente, bloqueando el acceso a la benevolencia y la justicia” (Mencio IIIb, 9).

Hsün tse es más conocido por su teoría de que la naturaleza humana es originalmente mala.  Esto está en oposición directa con Mencio.
La filosofía del Hsün Tse puede ser llamada filosofía de la cultura.  Su tesis general es que todo lo bueno y valioso es producto del esfuerzo humano.  El valor procede de la cultura, y la cultura es una realización del hombre.  Por eso el hombre tiene la misma importancia en el universo que el Cielo y la Tierra.  Como dice Hsüan Tse:  “El Cielo tiene sus estaciones, la Tierra sus riquezas, el hombre tiene su cultura.  Esto es lo que se da a entender cuando se dice que el hombre es capaz de formar una trinidad con el Cielo y la Tierra” (Hsün Tse, cap. 17).

Según Mencio, para que un sabio logre ser sabio debe “conocer el Cielo”;  pero Hsün Tse sostiene todo lo contrario:  “Sólo el sabio no trata de conocer el Cielo” (Hsün Tse, cap. 17).
... La tesis de Hsün Tse es que “la naturaleza del hombre es mala;  su bondad es preparación adquirida” (Hsün Tse, cap. 23).

Para el legista Han Fei Tse el ser humano es bueno y malo por naturaleza, por lo tanto la manera de persuadirlo a actuar bien es mediante castigos y recompensas.  Dice Han Fei Tse:  “Al gobernar el mundo, hay que actuar de acuerdo con la naturaleza humana.  En la naturaleza humana están los sentimientos de placer y disgusto, y por tanto son eficaces las recompensas y los castigos” (Han Fei Tse, Cap. 48).

Taoísmo y legalismo representan los dos extremos del pensamiento chino.  Los taoístas sostenían que originalmente el hombre es inocente por completo... 
Los taoístas proponían la absoluta libertad individual;  los legalistas, el absoluto control social.

Hsiang-Kuo opinaron lo siguiente en relación a la conducta del ser humano: “Quienes imitan a los sabios imitan lo que hicieron.  Pero lo que hicieron ya ha pasado, y por lo tanto no puede satisfacer la situación actual.  No vale nada y no se debe imitar.  El pasado está muerto, mientras que el presente está vivo.  Si alguien (cultura o gobierno) intenta tratar a los vivos como muertos ciertamente fracasará” (Hsiang-Kuo cap. 9).
Hsiang-Kuo no se oponen a las instituciones y a la moral como tales, como lo hicieron Lao Tse y Chuang Tse.  Simplemente, se oponen a aquellas instituciones y morales que son caducas y por lo tanto antinaturales para el mundo actual.

(Aquí termina el extracto del libro de Feng You Lan).

 “Lo realmente malo del ser humano es tratar de imitar a los demás, y lo verdaderamente bueno es ser uno mismo tal cual”.
                                                                                Hsiang-Kuo

¿Qué hay de bueno y qué hay de malo en el ser humano?
Su conciencia amorosa es buena, y su egoísmo es malo.

Concluyendo, lo realmente malo o nefasto diría yo, es la desconexión del ser humano con su propia esencia, que es su espíritu artístico y creativo.  Claro que un ser humano desconectado, insensible, no es necesariamente una persona mala como se lo entiende vulgarmente, pero es alguien que está propenso a actuar de manera equivocada en cualquier momento, es decir, peor de lo que ya actúa al vivir desconectado, insensible o indiferente.  Porque se trata de una persona que en cualquier momento puede ocasionar un perjuicio a alguien de la misma manera que se perjudica a sí mismo al vivir de dicho modo.
En cambio, una persona conectada, sensible, es por cierto una persona que ha expandido su conciencia, y desde luego que, quien haya despertado de esta manera difícilmente actúe deliberadamente o no perjudicando a alguien o a sí mismo.

Según creo, el ser humano no es malo o bueno, sino ignorante o sabio.  Porque la ignorancia es la fuente de la maldad, mientras que la sabiduría es la plataforma de la bondad.  Y recuérdese, que la ignorancia no está relacionada con el analfabetismo como tampoco la sabiduría significa erudición...  se trata de una inteligencia de vida superior.
No obstante, la educación es uno de los valores indiscutibles para la manifestación y el desarrollo de la bondad.
Lo dejo para pensar.
                                                           AON

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