SEGUNDA PROGRESIÓN
al
TAI CHI CHUAN
El eterno espíritu de las artes marciales chinas, fundamentalmente el
Kung Fu Wu Shu del Templo Shaolín
武术少林功夫 y el T´ai Chi Chuan 太極拳楊家 de
la Montaña Wu Tang 武當山, atesoran la
siguiente Enseñanza iniciática:
no se le puede distinguir.
Si para escucharlo empleamos toda la atención,
no se le puede oír.
Si se le encierra,
no se le puede retener.
Si lo ignoramos,
no se le puede dejar de obviar.
Porque Aquello que existe y no se ve,
es Invisible.
Porque Aquello que es un son y no puede ser oído,
es Inaudible.
Porque Aquello que es manifiesto y no puede ser palpado,
es Incorpóreo.
De este modo, lo ¨ ESENCIAL ¨ es:
INVISIBLE, INAUDIBLE e INCORPÓREO.”
Sin embargo, el principio
esotérico e iniciático que constituye la Enseñanza última de la filosofía
práctica Taoísta 道教 nos traduce vivencialmente que:
“Aunque es invisible...
igual podemos verlo.
Aunque no emite sonido...
igual podemos oírlo.
Aunque es incorpóreo...
igual podemos palparlo.
Aunque no tiene forma...
igual podemos sentirlo.
Sin embargo,
aunque se encuentra por
todos lados,
no podemos alcanzarlo.”
Esta enseñanza con algunas
sutiles modificaciones la he expuesto en mi otro libro intitulado:
“La Trascendencia de Tao.
Vivir la Existencia” –Primera Parte– el cual se puede descargar desde la
página de la Fundación Centro del Tao:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario